ANTECEDENTES.
Los orígenes del diseño instruccional subyacen en los principios del diseño pedagógico, los cuales se remontan a los sofistas, método socrático, Aristóteles, Platón y Jenofonte, método escolástico, Johann Amos Comenius (considerado como el precursor de la tecnología educativa por sus principios del método instruccional) Pestalozzi,
Federico Froebel, Edgard L. Thorndike. A comienzos del siglo XX, John Dewey defendía la idea de la necesidad de una ciencia que permitiera la vinculación o puente entre las teorías de aprendizaje y las prácticas educativas, con el fin de optimizar la enseñanza. Su contribución a la tecnología instruccional fue probablemente su concepción de instrucción en términos de método científico; realizó un profundo análisis del pensamiento científico y el empírico, y se mostró partidario del primero con argumentos muy sólidos, contrariamente a Thorndike (estímulo-respuesta); así mismo, se inclinó por una mayor interacción para el logro del aprendizaje y, en virtud de ello, realizó ensayos relacionados con el pensamiento reflexivo y el proceso educativo que publicó en su libro (Saettler, 2004). El diseño pedagógico es esencial en el ámbito educativo; se convierte en el camino o guía que todo educador debe trazar al pretender dirigir un curso, independientemente de la modalidad de éste. Se reconoce entonces como disciplina en la década de los sesenta, cuando investigadores como Skinner, Bruner y Ausubel inician pretendiendo incorporar un enfoque científico y métodos sistemáticos de planificación y desarrollo de la enseñanza.
Skinner marcó la diferencia entre la investigación científica de la instrucción y la investigación científica del aprendizaje, e integró además estrategias y principios a sus} modelos de instrucción. Jerome Brunner desarrolló un modelo de instrucción basándose en la teoría del descubrimiento y los estadíos de desarrollo intelectual (Saettler, 2004); y por su parte, David Ausubel desarrolló un modelo pedagógico fundamentado en el rol que juegan las estructuras cognitivas en el aprendizaje (Nieda y Macedo, 1998).
Cabe mencionar a este respecto, que la revisión bibliográfica permite apreciar que se han utilizado como sinónimos los términos planificación de la enseñanza, diseño, diseño pedagógico y diseño instruccional, como se puede observar en la tabla 1.
En virtud de estas conceptualizaciones, se puede decir que el término diseño: a) supone un proceso de planificación sistemático con rigor científico; b) como disciplina tiene un carácter prescriptivo, ya que pretende encontrar las mejores prácticas que posibiliten al estudiante desarrollar de manera óptima su proceso; y c) en su fase de planificación requiere de pasos dependientes e interrelacionados, que al momento de ser evaluados secuencialmente permitan identificar la falla o error en el momento preciso, sin esperar al final de la fase; sin embargo, su éxito o fracaso se percibe hasta que se lleva a la práctica todo el proceso. Por último, en la década de los noventa la “Ingeniería de Sistemas de Aprendizaje” aparece ligada a lo entendido hasta el momento “Diseño Pedagógico” o “Diseño Instruccional”.
El diseño instruccional es necesario en cualquier modalidad, para organizar de una manera sistemática no sólo la enseñanza sino también el aprendizaje. En la educación a distancia aún más, ya que incorpora nuevas modalidades educativas, a veces poco conocidas o desconocidas para estudiantes y profesores; aunado a ello, se requiere de un cambio de conducta por parte de todos los actores implicados.
Por otro lado, se detecta también la insistencia de que el profesor a distancia no debe estar solo al momento de la concepción de un curso; debe formar parte de un equipo especializado, tanto en el ámbito pedagógico como en el tecnológico. El material instruccional es un elemento esencial para asegurar la calidad de la experiencia de aprendizaje (Smaldino, et al. 2002). Para el éxito del material de instrucción, se necesita escoger el medio de comunicación apropiado, ya que el medio es una herramienta que ayuda al logro del objetivo. Por ello se escogela apropiada y no necesariamente la más novedosa o la última en salir al mercado. El material debe ser diseñado de tal manera que mantenga activo al estudiante, comprometido, participativo y motivado.
Una vez terminado el diseño, entonces sí, el maestro se responsabiliza de llevarlo a cabo y, además, de evaluar durante y después del proceso el avance de los estudiantes y el curso per se. Precisamente, de este proceso se reconoce la importancia del diseño instruccional en la educación distancia.
Su rol en esta modalidad
Ahora bien, el diseño instruccional, en el ámbito educativo, debe facilitar el procesamiento significativo de la información y del aprendizaje; por tanto, ha de ser capaz de enseñar el conocimiento organizadamente.
Diseñar la instrucción desde esta perspectiva significa identificar, de manera previa, la información acerca de cómo el alumno construye el conocimiento y crea la representación mental de lo aprendido (Merril,Li & Jones, 1990).
ALGUNOS MODELOS DE DISEÑO INSTRUCCIONAL EXISTENTES
De acuerdo a la revisión de la literatura, el diseño instruccional es considerado un pilar de la tecnología educacional. Existen cientos de modelos de diseño o desarrollo instruccional; sin embargo, en uso hay un número mucho menor.
De orientación en los sistemas
Modelo de Dick y Carey
El modelo de Dick, Carey y Carey (2005) es considerado como el principal para la disciplina de tecnología instruccional. Constituye un proceso sistémico que refiere a sus componentes como un conjunto de partes interrelacionadas, que unidas se dirigen a una meta definida y de cada uno de sus pasos depende la totalidad del sistema. Sus elementos principales, que se siguen a manera de pasos (Saettler, 2004) son:
1. Identificación de la meta instruccional.
2. Análisis de la instrucción: en este paso se establece la meta instruccional.
3. Análisis de los estudiantes y del contexto: consiste en conocer, de entrada, las conductas y características de los estudiantes, considerando el qué van a aprender los alumnos y cómo lo van a aplicar.
4. Redacción de objetivos: se definen los objetivos para cada unidad del contenido.
5. Desarrollo de instrumentos de evaluación: contempla la elaboración de los materiales e instrumentos de evaluación.
6. Elaboración de la estrategia instruccional.
7. Desarrollo y selección de los materiales de instrucción.
8. Diseño y desarrollo de la evaluación formativa: referente al diseño del curso.
9. Diseño y desarrollo de la evaluación sumativa, que alude al valor de la instrucción.
10. Revisión de la instrucción.
Este modelo suele ser considerado de origen conductista y se aplica en contextos educativos y de capacitación. Sus principales ventajas radican en la evaluación de necesidades, la declaración de lo que se espera de los estudiantes, la organización de sus objetivos y la especificación, en su análisis instruccional, de los procedimientos que se aplican para lograr la meta.
Modelo de los Procedimientos de Interservicios para el Desarrollo de Sistemas Instruccionales
Modelo conocido por sus siglas en inglés como IPISD (Interservices Procedures for Instructional Systemsm Development), fue creado por Robert Branson, Gail Rayner, J. Lamar Cox, John P. Furman y Wallace H. Hannum, y hasta el momento ha sido utilizado por las fuerzas armadas del país.
Sus elementos principales, según J.L. James (Álvaro Ibarra, comunicación personal, 2 de abril, 2007) son:
1. Análisis sistemático de tareas, con prioridad a las de entrenamiento, cuyos resultados son medibles.
2. Diseño de contenidos y actividades, que se desarrollan para cumplir los objetivos. Contempla pruebas para verificar los resultados obtenidos con los objetivos planteados, antes de pasar a la siguiente fase.
3. Desarrollo: consiste en la categorización de objetivos de aprendizaje con el fin de optimizar su abordaje y aplicación.
Considera también la prueba de los materiales.
4. Implementación: se dirige la instrucción exclusivamente con personal entrenado para ello, el cual al final de la misma realiza un reporte para mejora continua.
5. Evaluación:
a) Interna, que se lleva a cabo con los estudiantes, y
b) Externa, que se realiza con base en el desempeño de graduados.
Su principal fortaleza es su probada efectividad y, por otro lado, su evaluación continua en cada fase. En cuanto a sus debilidades, no hay muchos civiles expertos, probablemente por su naturaleza militar.
De orientación para el salón de clases
Modelo ASSURE de Smaldino, Russell, Heinich y Molenda
El modelo ASSURE, basado en gran medida en las categorías de Robert Gagnè, para asegurar el uso efectivo de los medios de instrucción, es básicamente un proceso modificado para ser usado en el salón de clase por los maestros. Sus siglas son una combinación de la primera letra de las palabras en inglés, que se convierten en los seis pasos de este modelo didáctico:
1. Analyse: analizar las características de los estudiantes;
2. State Objetives: definir objetivos;
3. Select, modify or design materials: elegir, modificar o diseñar materiales;
4. Utilize materials: utilizar materiales;
5. Require learner response: estimular la respuesta de los estudiantes; y
6. Evaluate: evaluar para asegurar el uso adecuado de los medios de instrucción.
A partir de estos pasos, el modelo se ofrece como guía para diseñar y conducir la instrucción incorporando medios y las Tecnologías de la Información y la Comunicación en el aprendizaje; con ello se busca la interacción de los estudiantes con el ambiente de manera activa y, así, evitar la pasividad al sólo recibir información.
La enseñanza a estudiantes con diferentes estilos de aprendizaje es una significativa ventaja que ofrece este modelo.
Entre sus ventajas se encuentra que contempla al estudiante, en virtud de que fue diseñado para la creación y conducción de sistemas de aprendizaje; como debilidad, no contempla una evaluación continua, sino hasta el final del proceso, así como tampoco un análisis del entorno.
Modelo de Kemp, Morrison y Ross
De acuerdo a Gustafson y Branch (1997), este modelo generalmente es utilizado como herramienta de planeación en el currículum; y contempla, con marcado énfasis, la evaluación continua y final. Incluye también la consideración de actividades en el contexto de metas, prioridades y limitaciones (A. Orellana, comunicación personal, 20 de marzo, 2007). Sus elementos son:
1. Identificación de problemas instruccionales;
2. Consideración de características del estudiante;
3. Análisis de tareas, metas y propósitos;
4. Indicación de objetivos instruccionales a los estudiantes.
5. Secuencialidad en los contenidos;
6. Diseño de estrategias instruccionales;
7. Diseño de mensajes;
8. Desarrollo de instrumentos de evaluación; y,
9. Seleccionar recursos para la entrega de la instrucción.
Este modelo puede ser utilizado por los diseñadores de manera flexible, ya que sus componentes no se encuentran conectados en forma lineal, e inclusive, de acuerdo al tipo de proyecto, pueden no requerirse los nueve elementos. Una de sus fortalezas es su construcción en etapas no necesariamente dependientes entre ellas, además de que permite al diseñador realizar cambios en el contenido, con la idea de mejorar cualquier parte endeble del programa; su debilidad es que, por su naturaleza, una evaluación intermedia es más compleja y, sobre todo, que si el diseñador no tiene siempre en mente el tema iniciado, no se cumple la meta.
Evidentemente, el diseño depende del objetivo de la instrucción. En el ámbito educativo, el objetivo consiste en facilitar la enseñanza o el aprendizaje, aun cuando el modelo sea sistemático lineal o flexible. Cabe comparar, el modelo lineal de Dick y Carey, que contempla el seguimiento de pasos de una manera estructurada y lógica para alcanzar los objetivos; con el Modelo de Kemp, que propone un esquema de forma ovalada y asume que no por ello se pierde la lógica de los pasos, ni mucho menos es impedimento para lograr los objetivos, a lo que se suma el hecho de que ofrece la opción de incluir nuevos temas en el contenido.
El primer modelo mencionado, comienza con la identificación de objetivos y termina con la evaluación; la figura 1 muestra el esquema clásico de secuencialidad con líneas de seguimiento, propuesta del modelo de Dick y Carey (1996). Por otro lado, en un modelo con esquema flexible, evidentemente desaparece lo lineal de acuerdo a la figura 2; se muestra la forma oval, propuesta por el Modelo de Kemp, que en relación con la figura original del modelo se puede iniciar en cualquier momento, siempre y cuando se sigan las figuras girando hacia el lado derecho para encontrar la lógica en los pasos.
Bibliografía
Martínez Rodríguez, Azucena del Carmen (2009). El diseño instruccional en la educación a distancia. Un acercamiento a los Modelos. Apertura, 9(10), undefined-undefined. [fecha de Consulta 10 de Septiembre de 2019]. ISSN: 1665-6180. Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=688/68812679010
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